Universitario hizo historia, logró el ansiado pase a octavos de final de la Copa Libertadores, no obstante que perdió anoche frente a Cruzeiro por 2-0 en el Mineirao.
El triunfo de Mineros sobre Huracán le allanó el camino de la clasificación al plantel nacional, que ya no necesitó sumar porque con 9 unidades, le llevaba dos a su inmediato perseguidor, Huracán, que finalmente se quedó con 7.
Sin Julio Baldivieso en el banquillo, los chuquisaqueños desplegaron un juego de obreros en el campo de juego, donde la premisa era anular el juego ofensivo de los brasileños.
Lo lograron en parte, porque los brasileños no pudieron desplegar su calidad técnica, así las cosas, un trabajo infatigable de los Cuesta, Ribera, Flores, Filipetto, Silvestre, Cuéllar, quienes con el golero Olivares lograron neutralizar el juego de los brasileños, que alentados por sus hinchas quisieron “comerse” vivos los nacionales.
Además, enterados de como se desarrollaba el triunfo de los venezolanos, uno y otro comenzaron a quedar un poco más tranquilos, porque Huracán no amenazaba.
Un ligero resquicio, sobre los 37 minutos, les permitió a los brasileños abrir la cuenta, mediante William, quien con un remate de zurda superó la valla del golero de Universitario.
No bajaron los brazos sin embargo los nacionales, porque al influjo de De La Cuesta buscaron llegar con algo de peligro a la portería de Fabio.
Sobre el final del primer tiempo, un remate del español, fue despejado por el portero local, en la única jugada de peligro.
En la segunda etapa no bajó la presión de los brasileños, que buscaron el segundo, y lo encontraron pronto, a los 11 minutos, tras un centro desde la derecha, empalmó solo Leo, en uno de los pocos descuidos defensivos de los chuquisaqueños.
Tras el tanto hubieron por lo menos dos jugadas claras de gol a favor del Cruzeiro, pero no estuvieron con las luces encendidas, y todo se perdía en medio de la maraña de piernas de los jugadores nacionales.
Los últimos minutos se los disputó con Cruzeiro buscando el tercero y el elenco capitalino esperando el pitazo final para dar rienda suelta al festejo.
Apenas el juez Zambrano pitó el final, los chuquisaqueños se abrazaron y comenzaron a celebrar en la cancha y luego en vestuario. Era el premio que buscaban, en un grupo que fue durísimo.
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