La presencia de Javier Vega —el flamante técnico campeón— en filas de Universitario de Sucre comenzó en 2004, cuando Wálter Arízaga, hoy presidente honorario del club y por entonces rector de la Universidad San Francisco Xavier de la Capital, decidió contratarlo para que trabajara con el plantel que intervenía en la Primera A del fútbol chuquisaqueño.
Hubo, sin embargo, una pausa cuando otro directorio llegó al club y apostó por Eduardo Villegas, con quien también la “U” se dio el gusto de dar una vuelta olímpica en 2008.
Después tuvo interinatos hasta que a fines del año pasado se decidió darle la máxima responsabilidad. Ayer Vega no se cambiaba por nadie.
— ¿Se puede decir que usted es un hombre de la casa en Universitario?
— Es así, no me fui nunca. Mientras no estaba en los equipos de trabajo de los entrenadores, seguía como docente titular de la carrera de Kinesiología y Fisioterapia de la universidad de Sucre.
— ¿Cómo fueron los primeros años en el club?
— Trabajando, era un poco, como se dice, el encargado de apagar los incendios cada vez que los malos resultados obligaban a aplicar los cambios. Pero desde fines de 2012 fui designado técnico titular y hoy (por ayer) cerramos una buena campaña con la corona en Warnes.
— Se emocionó tanto que lloró en pleno festejo...
— Le agarré tanto cariño al club que lloré de emoción en la cancha por este logro. Somos un equipo chico, pero en ambiciones somos muy grandes, por eso peleamos cosas importantes. No es delito llorar, he vivido de una manera intensa el campeonato y por eso este sentimiento. Estoy hace tiempo en el club y le di todo mi tiempo y mis conocimientos, y los jugadores fueron la clave para vivir este momento.
— ¿Se ha puesto a pensar en lo que viene en un futuro a corto plazo?
— Las celebraciones duran poco, pues hay que planificar la próxima campaña en la que el equipo tiene Copa Sudamericana. Queremos hacer un buen torneo también a nivel internacional, espero que se quede la mayoría del grupo, pues son ellos (los jugadores) los que obtuvieron los logros y es justo que jueguen la competencia internacional”.
— Según usted, ¿cuáles fueron las tres claves para este momento de su plantel?
— La disciplina fuera de la cancha más la entrega y el orden en los partidos han sido fundamentales para ser primeros. Creímos en nosotros, en lo que podíamos hacer en los cotejos, confié en el grupo de jugadores y ellos retribuyeron poniendo lo mejor de sus condiciones.
— Los jugadores dicen que usted es el principal artífice de la conquista...
— Todos pusimos lo nuestro para este momento, el empate significa un buen resultado para nosotros y fueron los jugadores quienes lo consiguieron en 90 minutos intensos. Ahora estamos viviendo un tiempo de festejo y agradecemos a Dios por este logro. Quiero mantener al equipo para los próximos desafíos.
— ¿Por qué funcionó un grupo de jugadores que casi no tiene renombre comparado con otros clubes?
— La confianza que puse en ellos fue fundamental, ellos se hicieron fuertes porque les dije que eran importantes en mi estilo de trabajo. Este grupo siempre ha sido disciplinado al momento de trabajar, se fijó objetivos a medida que superaba otros, los deseos de triunfar jamás pasaron a segundo plano.
— ¿Se anima a decir cuál fue su parte en este proceso?
— Con este plantel he llegado a mi título más importante. Hemos apostado todas nuestras cartas a ganar el Clausura que es mi décimo título, tengo seis conquistas como jugador y cuatro como entrenador en otras categorías.
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