lunes, 26 de mayo de 2014

Grito de campeón

El plantel de Universitario se coronó campeón del torneo Clausura, después de empatar a un tanto por lado (1-1) con Sport Boys, ayer en el estadio Samuel Vaca Jiménez, de Warnes donde llegó una buena cantidad de hinchas del elenco chuquisaqueño para celebrar la segunda conquista de la “U” en su historia liguera.

De rodillas, saltando, con la sonrisa a flor de labios y llanto de por medio, en fin así celebró el elenco capitalino el título que había conseguido de la mano de Javier Vega, técnico nacional que ahora ingresa a las páginas de la historia que registra la Liga del Fútbol Profesional Boliviano.

Nadie se cambia por nadie, la fiesta era de la “U”, aunque también es reprochable que mucha gente invadió el terreno de juego, hasta los amigos de lo ajeno que se llevaron algunos objetos de los periodistas quienes cumplían su labor.

Pero no todo fue malo, los futbolistas también agradecieron al supremo creador esta conquista, muchos derramaron lágrimas y subrayaron que eran justos campeones, porque sumaron punto a punto cuando muchos daban muy lejana esta conquista, que ahora viene se ser un título en un día muy especial, debido a que los chuquisaqueños celebran el aniversario del Primer Grito de Libertad de América.

Para esta conquista a la “U” le bastó un empate, pues la diferencia de un punto que tenía con San José les permitió alzar en alto la Copa y clasificarse a la Copa Libertadores del siguiente año como Bolivia 1, con el compromiso de realizar un buen papel, aunque para la planificación recién se realizará en los próximos meses ya que hay un largo camino por recorrer y un torneo por cumplir.

El partido, el cotejo comenzó con una evidente muestra de nerviosismo en el equipo de Universitario, aunque también es cierto que el técnico Javier Vega mostró otro planteamiento, que al final del cotejo con los cambios que realizó permitió la recuperación del equipo.

Sport Boys, tenía un objetivo en este partido y era meterse en el grupo de siete para recibir un premio, por lo que ingresó con todo, el técnico Néstor Clausen planteó su juego como esperaba, los resultados eran positivos al término del primer tiempo.

Los locales se pusieron en ventaja en el minuto 11 mediante Carlos Mendoza, quien manda la pelota al ángulo superior derecho del arco de Marcelo Robledo, quien queda parado, la defensa nada puede hacer y el gol en contra de la “U” llegó como balde de agua fría, los hinchas se quedan congelados, porque no podían creer lo que pasaba con su equipo.

Después del gol el elenco capitalino quiso reaccionar, atacó, abrió espacios pero el tanto del empate estaba lejos ante el nerviosismo de los hinchas que se habían trasladado hasta el estadio de Warnes que quedó pequeño a la hora de la celebración.

Pero el minuto 81 sería el punto de partida para la celebración del equipo chuquisaqueño, pues con un gol de Federico Silvestre estalló de júbilo del seguidor del equipo, porque el empate era suficiente para lograr el título y así fue, porque nadie se guardaba la fiesta para más tarde, era el gol del campeonato.

Minutos después se registraron algunos inconvenientes en el campo de juego, que no pasa a mayores, el árbitro Raúl Orosco saca dos tarjetas rojas (Héctor Gaitán, de Sport Boys y Federico Silvestre, de Universitario) después levanta las manos y decreta la finalización del encuentro y comienza la fiesta del plantel capitalino, pues es el nuevo campeón de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano.

En Sucre la gente salió a las calles para festejar el empate, las bocinas de los vehículos fue la característica principal, además de las banderas que identifican al equipo de Universitario.

APG



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