Víctor Hugo Pérez, apoderado legal del defensor de Universitario de Sucre, Ramiro Ballivián, anunció ayer que se inició una demanda legal contra Carlos Chávez, presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) y Mario Monterrey, presidente del Tribunal Superior de Disciplina Deportiva (TSDD) de la FBF, debido a la sanción impuesta al futbolista coripateño por seis meses sin actividad deportiva.
"Se pidió la nulidad del fallo y se inició un proceso, porque el jugador fue notificado por un informe en inglés, cuando debió ser traducido al español, según establece la norma", contó Pérez.
Según el jurista, este hecho es considerado como "discriminatorio" contra el futbolista yungueño, puesto que se vulneró su derecho a la defensa, presunción de inocencia y su debido proceso, según establece el Artículo 71 del Código Disciplinario de FIFA.
En ese entendido, Pérez explicó que en ningún momento se inició un proceso disciplinario al jugador, sino que automáticamente se lo sancionó.
Ballivián, expulsado en el encuentro amistoso entre Bolivia y México disputado el 9 de septiembre, en Denver, Colorado, fue sancionado por el TSDD con seis meses de inactividad futbolística, fallo que generó la protesta de los pueblos afrobolivianos y el colectivo Martin Luther King, quienes anunciaron medidas de presión hasta que se revierta la medida.
"Debieron aperturar el proceso disciplinario. FIFA nunca pidió que se lo sancione, sino que se inicie un proceso. Lo que tenía que hacer el TSDD era revisar el informe del árbitro, pero se notifica al jugador con la sanción y el informe del juez. Hay un acto de discriminación y de racismo por su condición de jugador afroboliviano, ya que si hubiera sido otro se le daba la posibilidad de defenderse", dijo Pérez.
El 21 de octubre, la defensa de Ballivián remitió una solicitud a Wilma Ritter, secretaria adjunta de la Comisión Disciplinaria de la FIFA, en Zurich, Suiza, con una explicación del proceso y la demanda contra Chávez y Monterrey.
En cinco días, a partir de la recepción del documento, la FIFA contestará a la petición.
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