LA “U” REGALÓ EL PARTIDO CON UN ERROR GROSERO EN EL CUARTO MINUTO DE ADICIÓN

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El siguiente domingo, el club capitalino recibirá a Destroyer’s, por el grupo “A”; mientras que San José, ahora líder de la serie “B”, visitará a Royal Pari.

Faltaban apenas unos segundos para que Universitario se trajera un punto de Oruro ante San José. El árbitro ya tenía el pito en la mano para marcar el final, pero cobró un penal para el cuadro orureño tras un error infantil de Federico Miño. Carlos Saucedo se encargó de derrumbar todo lo trabajado por la defensa estudiantil (2-1), en el duelo interseries reprogramado de la séptima fecha.

La historia se repite. La “U” aguantó y pagó cara su poca ambición. Fue efectiva en la única ocasión que tuvo en la primera parte con el gol de Marcelo Argüello pero después se despistó al defender y empató Javier Sanguinetti. El 1-1 se mantuvo hasta el minuto 95, cuando el “Caballo” asestó el golpe definitivo.

La historia no hubiera sido la misma, los dirigidos por Oscar Sanz cumplieron con lo prometido en la semana: actitud aguerrida y ambiciosa. La idea del técnico también se reflejó en los primeros minutos.

El haber colocado a Rodrigo Borda por el lateral derecho dio resultado. Escapó por su banda y envió un centro justo a la cabeza de Argüello (0-1), sobre los nueve minutos.

Fue el único tiro al arco del cuadro capitalino en medio del asedio total de los Santos, que tuvieron su premio a los 23’, con un testarazo de Javier Sanguinetti (1-1).

Resistieron los pupilos de Sanz y tras el paso por los vestuarios, salieron a atacar. Bruno Pascua mandó un cabezazo por arriba y un remate de Rodrigo Borda fue despejado por las uñas del arquero Carlos Franco. Al otro extremo, el portero de la “U” también se convirtió en figura, así como toda la defensa, sólida como pocas veces.

Conforme con el empate, Sanz retiró a Oscar Díaz a 15 minutos del final y metió a Oscar Baldomar para la marca y a los 80’, sumó un defensor, Camilo Ríos, por Argüello. El “Docto” se quedó sin gente en el ataque.

A cinco minutos del epílogo, recién entró un atacante neto, el argentino Miño, que cambió la historia del partido. Hubiera sido con un gol o con un buen rechazo si estuviera atento en la defensa, pero fue todo lo contrario.

Intentó sacar un balón del área pero su pierna tuvo otro destino y volteó a un rival, el juez Joaquín Antequera pitó penal. Saucedo lo hizo, estalló el júbilo en el estadio Jesús Bermúdez, así como la rabia en todos los seguidores de la “U” (2-1).