martes, 2 de septiembre de 2014

La agresión a Bruno Martínez habría sucedido en este pasillo, cercano a los camarines de los equipos.

Mientras el acuchillamiento al árbitro Bruno Martínez, tras el partido entre Universitario y Bolívar, sigue amplificándose, la Policía deslindó responsabilidades al asegurar que los jueces de fútbol rechazaron ser escoltados a su hotel, un día después de que éstos dijeron que los uniformados les dieron luz verde para dejar el estadio Patria. ¿Y los agresores? No hay señales, aunque los representantes de la barra brava del club “docto” serán convocados a declarar a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC).
El fiscal del Departamento, Roberto Ramírez, informó que se inició una investigación en contra de autor o autores por el delito de lesiones gravísimas al árbitro Martínez, y envió directrices a la Policía y los investigadores para que puedan individualizar a los responsables de la agresión al árbitro orureño.
En esa línea, el director de la FELCC, Jaime Gonzales, anunció que convocarán a los dirigentes de la barra brava del club capitalino, para que rindan un informe y se pueda identificar a los agresores.
Asimismo, Gonzales anunció que solicitarán las grabaciones de las cámaras de seguridad del estadio Patria con fines investigativos.


HUBO SEGURIDAD
El jefe policial explicó que el informe del supervisor general del servicio, del día domingo, señala que “por los acontecimientos violentos que se registraron después del partido, se preguntó al árbitro principal para que les escolten a su hotel, pero negaron el servicio porque del mismo estadio se dirigirían a Potosí y que un taxi les iba a recoger”.
Hasta anoche, no hubo ningún aprehendido o detenido por el caso de agresión al árbitro.


SEGURIDAD
Consultado el gerente general del club local, Jorge Laguna, informó que para todos los partidos oficiales del plantel se solicita mediante una carta el resguardo necesario con el fin de garantizar la seguridad dentro y fuera del escenario.
Aclaró que la decisión de abandonar el escenario luego de un tiempo determinado la toma la propia Policía a través de su personal de servicio. Algunas veces suelen dejar el escenario media hora después de concluido el partido, otras veces una hora, precisó.
Consultado sobre si podría surgir alguna sanción contra el club o el estadio, Laguna no quiso referirse al respecto, es más, indicó que la atención dentro de la Federación y la Liga se ha centrado en las elecciones, y por ahora, no hay nada al respecto.
En el gremio de los árbitros hay alerta. El presidente del Comité Nacional de Árbitros de Bolivia, Marceo Ortubé, adelantó que su entidad enviará una nota a la Liga para que instruya a los clubes reforzar la seguridad antes, durante y después de los partidos. Además, instó a que “se sancione a quién se tenga que sancionar, porque lo ocurrido en Sucre puede ser el inicio de algo más grave que se pueda presentar”, según declaró a varios medios de La Paz. “Es necesario y urgente corar de raíz estos excesos”, acotó.

A Oruro

El árbitro Bruno Martínez abandonó el hospital Santa Bárbara la mañana de ayer, y posteriormente, junto con sus colegas Gery Vargas y Marco Palma, se ausentó vía aérea a Cochabamba, a las 12:45, de donde se presume se trasladaron todos juntos a Oruro, vía terrestre, su lugar de origen.
En la víspera, varios medios digitales internacionales difundieron la información generada en la Capital, hecho poco usual en los estadios de fútbol, principalmente por la utilización de un arma blanca contra un réferi.
“Un árbitro es acuchillado en Bolivia por anular un gol”, tituló el diario Marca de España, que tomó la nota de la agencia EFE, en la que además muestra el juez de fútbol hospitalizado.



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