Luego de la golpiza y apuñalamiento que sufrió el árbitro asistente Bruno Martínez en Sucre el pasado domingo, tras el partido entre Universitario y Bolívar, el estadio Patria corre el riesgo de sufrir una sanción que busca sentar un precedente en contra de los hechos violentos en el fútbol boliviano.
“Hay una gestión que se está realizando para tramitar la suspensión del estadio Patria” advirtió Rolando López, vicepresidente de la Liga.
Sin embargo, el dirigente manifestó que los clubes esperan que dichas gestiones no prosperen. “No tenemos a disposición otro estadio más en Sucre para disputar los partidos de la Liga”, argumentó.
Sobre la seguridad en los escenarios deportivos del país, explicó depende de cada club, cuando organiza un encuentro. “El equipo local se hace responsable de la seguridad en el estadio, antes durante y después del partido. En este caso, el tema se complica porque el ataque a los árbitos fue en el interior del estadio”, señaló López. El dirigente advirtió que la Liga buscará la forma de defender a su afiliado para evitar alguna sanción.
Por otra parte, aseguró que el estadio de Pando está habilitado para el partido que disputará la U frente a Real Potosí, en la quinta fecha.
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