lunes, 22 de julio de 2013

El papa de Mauricio Saucedo Saucedo Landa lucha por su vida

Arturo Saucedo Landa está jugando el partido más difícil de su vida. El exdelantero de Oriente y de la selección de fútbol está postrado en una cama esperando que el árbitro adicione más tiempo para seguir divirtiendo a sus amigos con sus agraciadas anécdotas. Un derrame cerebral lo llevó hace tres días a un coma inducido, a la espera de un milagro.

“Es lamentable su situación; un jugador tan brillante y una persona que te causa alegría al hablar”, dijo Rolando Coimbra. El barbado, que se estrenaba en el fútbol liguero cuando Saucedo Landa quemaba sus últimos cartuchos, recuerda al exdelantero por su velocidad y gambeta. “Era hábil, encarador, a veces chocante porque te pasaba y te esperaba, para hacértela de nuevo. Ese era su fútbol y a la gente eso le gustaba”, dijo.

El 4 de julio cumplió 62 años y se reponía de una dolencia en la cabeza que le provocaba mareos. Hace una semana fue a la localidad de Tundy para apoyar a un equipo de amigos que jugaba una final de fútbol y se lo notaba bien, según cuentan. Pero el viernes no pudo levantarse de la cama y con ayuda fue trasladado a terapia intensiva de una clínica local, desde donde lucha por su vida y mantiene unido a familiares y amigos.

Quienes lo vieron jugar destacan su habilidad y velocidad. Era de los punteros tirados a la línea, de los que ya no hay. “Fue uno de los mejores, era un espectáculo verlo jugar; además, como persona es bonachona y alegre. Nos hicimos buenos amigos”, aseguró Erwin Romero, con el que compartió camerinos en la década de los 70.

Fue el más caro
Tiene amigos y también apodos, dos de ellos con historia. Cuando su fútbol rápido y endiablado encandilaba las miradas, La Bélgica pagó por él $us 120.000 y desde entonces lo bautizaron como ‘Camba Caro’ o sencillamente ‘120’. Esa suma, por aquellos años, era realmente un montón de plata, como solía decir él en reunión de amigos o una simple charla informal.

El reconocido periodista Fernando Nürnberg lo recuerda como un jugador impresionante, hábil, de buena pegada y excelente para asistir con sus centros precisos. “Era rápido, hábil, tenía una gambeta y un freno endiablados, un típico puntero de los años 60 y 70”, sostiene. Integró la selección nacional que disputó las eliminatorias de 1977, eliminando a Uruguay y a Venezuela.

Su situación es crítica y su recuperación está en manos de Dios. La familia, entre ellos su hijo Mauricio, no pierde la esperanza de tenerlo de vuelta en casa. Arturo Saucedo Landa sigue en la lucha, intentando gambetear este mal momento en su vida

EN CIFRAS

120.000
DÓLARES
Es la cantidad que pagó La Bélgica por su pase, la suma más alta en aquella época

EN FAMILIA

Orgulloso del hijo
Su hijo Mauricio Saucedo heredó de él su inteligencia y simpleza para jugar. Arturo era más espectáculo.



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